Las indulgencias actuales no se venden desde Roma, sino que se venden desde púlpitos evangélicos en todo el mundo. Solo en Estados Unidos, según una encuesta de 2018, 4 de cada 10 iglesias evangélicas, abrazan y enseñan la teología de la prosperidad. ¿Qué afirma esta teología? En suma, que por medio de “semillas de fe”,
Las indulgencias actuales no se venden desde Roma, sino que se venden desde púlpitos evangélicos en todo el mundo. Solo en Estados Unidos, según una encuesta de 2018, 4 de cada 10 iglesias evangélicas, abrazan y enseñan la teología de la prosperidad. ¿Qué afirma esta teología? En suma, que por medio de “semillas de fe”, que no son más que donativos monetarios, la gente alcanza el favor de DIOS. Los auto-denominados “apóstoles de la fe” incluso se atreven a enseñar que la expiación de Cristo en la cruz, no solo incluyó la remisión de los pecados, sino también la garantía de nuestra riqueza financiera y salud física: “Si estás enfermo o pobre”, predican desde sus púlpitos, “es por falta de fe de tu parte, una maldición que hay que romper con frases declaratorias y, por supuesto, una importante ofrenda al ‘ungido de Dios'”, es decir, la cabecilla que está sobre el esquema Ponzi. “Si no diezmas, no eres salvo”, recientemente escuché declarar a una supuesta “profetisa” de ellos.
Este movimiento herético que ha distorsionado el verdadero Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, como un incendio forestal, se está propagando no solo en países ricos y bien desarrollados como los son Estados Unidos, sino que, peor aún, es el segmento de la cristiandad de más rápido crecimiento en lugares como América Latina y África. Poblaciones empobrecidas, ya robadas y pilladas por sus líderes seculares y pobres sistemas políticos, ahora están siendo saqueadas también por sus líderes religiosos, que con falsas promesas de riqueza fácil, se adueñan del dinero de los incautos, para construir mansiones multimillonarias en los cuales los “ungidos” viven y templos tipo coliseos para jactarse ante el mundo de su gloria, mientras que la mayoría de sus feligreses, sigue en su pobreza, primero pobreza espiritual e intelectual, y luego pobreza material.
En palabras de nuestro único Señor y Redentor (S. Mateo 23:15, 16, 23):– “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros”.– “¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: No es nada el que alguno jure por el templo; pero el que jura por el oro del templo, contrae obligación”.– ” ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!”Y en las palabras del santo apóstol Pedro, le decimos a estos vendedores de indulgencias y mercaderes del Evangelio del siglo XXI:– “Que su plata perezca con ustedes, porque pensaron que podían obtener el don de DIOS con dinero.
No tienen parte ni suerte en este asunto, porque sus corazones no son rectos delante de DIOS. Por tanto, arrepentíos de esta su maldad, y rueguen al SEÑOR que si es posible se les perdone el intento de sus corazones. Porque veo que están en hiel de amargura y en cadena de iniquidad” (Hechos 8:20-23).Hermanos, no os jactéis sobre Roma, cuando en vuestro propio campo, están los lobos que devoran la santa grey del SEÑOR. Entienda quien pueda …
Joshua Enior Jiménez