HONDURAS – Choloma, Cortés. La lidereza de una iglesia evangélica fue ultimada a puñaladas en el templo donde predicaba a diario la palabra de Dios en el barrio San Antonio de este municipio.

María Francisca Sevilla (39) tenía más de 10 años de servir con su esposo como pastores de la Iglesia de Dios Ministerio Fuente de Vida en Choloma.

Según las investigaciones preliminares de la Policía, dos hombres jóvenes estaban esperando a la mujer, a eso de la 1:00 pm, en la casa pastoral, donde también funcionaba el templo, cuando Sevilla regresaba de dejar en la escuela a la menor de sus tres hijos.

Hector Ruiz, subcomisionado de la Policía, dijo que por la escena del crimen, la mujer habría forcejeado con los criminales, pues en el interior de la casa había rastros de sangre y varios objetos desordenados. “Por el tipo de escena podemos determinar que la mujer intentó defenderse, pero lamentablemente fue atacada a cuchilladas por los criminales”, explicó Ruiz. Según testigos, la pastora, luego de ser herida, intentó escapar de los matones y en estado agónico llegó al portón de la iglesia en busca de ayuda, pero allí mismo falleció.

Los policías investigan varias hipótesis en torno al crimen, pero aseguraron que el femicidio estaría relacionado con el cobro de extorsión por parte de pandilleros a los líderes de la iglesia.

Según informes policiales, Geovanny López, esposo de la víctima, había recibido el año pasado con su familia dos atentados cometidos por extorsionadores que les exigían el pago del “impuesto de guerra”. Según la Policía, el pastor y su esposa accedieron a pagar la extorsión en al menos una ocasión por temor de que miembros de la congregación fueran ultimados por los pandilleros. “Tenemos conocimiento de que pagaron una cuota, pero desconocemos si continuaron cediendo ante los delincuentes”, indicó uno de los agentes en la escena del crimen.

Según relatos de la Policía, el pastor fue raptado por pandilleros con su mujer y su hija a principios del año pasado y, luego de ser golpeados, los tres fueron abandonados en las cañeras de San Pedro Sula. En noviembre de 2013, López fue atacado por segunda vez por pandilleros que lo dejaron atado dentro de su vehículo en El Cañaveral, Choloma, donde pretendían quemarlo, pero fue rescatado por policías que patrullaban en el sector.

A pesar de los dos atentados, los líderes al servicio de Dios decidieron continuar evangelizando en la misma iglesia del sector sin imaginar que ayer ocurriría la tragedia.

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